La Muralla Púnica de Cartagena, uno de los muy escasos restos fenicios de la península
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La muralla púnica de Cartagena es un yacimiento arqueológico del siglo III a. C. situado en la ciudad de Cartagena. En él, se pueden contemplar uno de los pocos restos de construcciones defensivas púnicas que han llegado hasta la actualidad en España.
Orígenes de Cartagena
Los restos de una muralla corresponden a la fortificación que defendía a la antigua ciudad de Qart-Hadast, fundada por los fenicios en el año 227 a.C., que desde Cartago luchaban con Roma por dominar el mediterráneo.
La ciudad se ubicaba sobre una península en medio de una bahía y contaba con cinco colinas, dos de las cuales se situaban a la entrada del istmo, por lo que presentaba una situación inmejorable para la defensa militar.
Descubrimiento y musealización de la Muralla Púnica
Fue la construcción de un aparcamiento en el año 1987 lo que propició el descubrimiento de un lienzo de la muralla de época cartaginesa, así como el hallazgo de la cripta perteneciente a la antigua Ermita de San José.
Los restos hallados de la muralla tienen una longitud de 30 metros, y en algunos puntos se han conservado con una altura de unos 3 metros.
La recuperación de los restos de la antigua muralla cartaginesa es muy importante a nivel nacional debido a los muy escasos restos púnicos conservados en toda la península ibérica.
Actualmente los restos pueden visitarse gracias al Centro de Interpretación de la Muralla Púnica, edificio que los protege y que recrea mediante la arquitectura más contemporánea el alzado original de esta antigua construcción defensiva.
El centro tiene una sala de proyección en la que el visitante puede conocer a personajes como Anibal, Asdrubal o Escipión, y como se llegó a crear la ciudad. Podremos contemplar las guerras púnicas de la mano de sus personajes.
Junto a la muralla también se pueden visitar los restos de la cripta funeraria perteneciente a la Ermita de San José, construida en los siglos XVI y XVII.
