La ruta de las cascadas de Oneta, un conjunto de tres saltos de agua
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Las Cascadas de Oneta, declaradas Monumento Natural por el Gobierno del Principado de Asturias en 2001, forman un espectacular conjunto de tres saltos de agua que se suceden en pocos metros. La ruta de senderismo que nos llevará hasta ellas es corta y de dificultad baja, adecuada para realizar con niños.
La ruta de las cascadas de Oneta.
La ruta, que está señalizada, tiene una longitud de unos 2 kilómetros entre ida y vuelta, y puede recorrerse en aproximadamente 1 hora.
Comenzaremos el recorrido en el centro del pueblo de Oneta. Debemos coger la pista que sale enfrente del albergue. Nos iremos alejando del pueblo entre prados, dejando el rio a la izquierda y las casas del pueblo a la derecha. Más adelante el camino empezará a descender hasta la primera de las cascadas.
La primera cascada, llamada La Firbia, es la más accesible e impresionante de las tres. Se trata de un salto de agua de unos 15 metros, en torno a ella la continua precipitación de rocas ha formado un circo sobre el que rompen estruendosamente las aguas. En la base de la cascada podemos ver un antiguo molino, rodeado de fresnos, robles, alisos, sauces y saúcos.
La ruta de dificultad baja termina en esta cascada, el acceso a las dos últimas cascadas es más complicado y difícil. Aunque si queremos podemos seguir río abajo y pronto encontraremos la segunda cascada, La Ulloa, de menor verticalidad pero no menos belleza y posteriormente la última, La Maseirúa, cuyo acceso es más difícil por encontrarse en un enclave más abrupto.